El finiquito es el documento que deja por escrito el término de la relación laboral entre trabajador y empleador. Ahí se detallan los montos que te pagan, los conceptos por los que se te está pagando y, en la práctica, es donde dejas constancia de que estás conforme con lo que recibes.
Por eso, antes de firmarlo (especialmente si lo haces frente a notario o inspector del trabajo), vale la pena revisar algunos puntos clave con calma.
1. Vacaciones pendientes y proporcionales
Una de las primeras cosas a mirar es si tus vacaciones devengadas (las que ya tenías generadas) y las vacaciones proporcionales (las que se generan por los meses trabajados en el último período) están bien calculadas.
- Revisa cuántos días de vacaciones tenías pendientes según tu última liquidación.
- Confirma que se esté usando tu sueldo base y las remuneraciones que la ley considera para el cálculo.
- Pregunta si se están incluyendo otros ítems que la empresa considera “imponibles constantes” (por ejemplo, ciertos bonos fijos).
Si tienes dudas, puedes pedir que te expliquen cómo obtuvieron el número de días y el monto total.
2. Indemnización por años de servicio y aviso previo
Dependiendo de la causal de término que se esté usando, puede corresponderte:
- Indemnización por años de servicio, normalmente calculada en base a tu último sueldo mensual, con topes de años a considerar.
- Indemnización sustitutiva del aviso previo, cuando el empleador pone término al contrato sin darte aviso con anticipación.
En el finiquito deberían aparecer claramente separados ambos conceptos (si aplican), con su monto asociado. Pregunta explícitamente:
- ¿Cuántos años de servicio se están considerando?
- ¿Se está pagando o no aviso previo? ¿Por qué?
3. Descuentos y deudas que aparecen en el finiquito
Es normal que en el finiquito aparezcan algunos descuentos, pero es importante entender cada uno:
- Cotizaciones previsionales y de salud adeudadas.
- Anticipos de sueldo o préstamos internos documentados.
- Descuentos por beneficios que se devuelven al término (por ejemplo, ciertos convenios si estaban pactados).
Si ves un descuento que no identificas, pide que te expliquen de dónde viene y revisa si existe documento que lo respalde (anexos, contratos internos, autorizaciones firmadas, etc.).
4. Fechas clave: inicio, término y período considerado
Fíjate que las fechas que aparecen en el finiquito coincidan con tu historia real:
- Fecha de inicio del contrato o de antigüedad que se está usando.
- Fecha de término de la relación laboral.
- Periodo por el que se están calculando vacaciones y años de servicio.
Si hubo cambios de contrato, traspasos de empresa o modificaciones importantes, pregunta cómo se consideraron para el cálculo de tu antigüedad.
5. Qué estás declarando al firmar
Al firmar el finiquito, normalmente declaras que:
- Estás recibiendo los montos señalados en él.
- No tienes otras sumas pendientes de cobro por parte del empleador, salvo lo que se deje expresamente indicado.
- Con ello se pone término al vínculo laboral.
Si hay algún punto que no compartes (por ejemplo, un monto que consideras insuficiente o un concepto que crees que falta), puedes:
- Pedir que se corrija y se emita un nuevo finiquito.
- O, en algunos casos, firmar con reserva de derechos, dejando constancia de que no renuncias a la posibilidad de reclamar luego.
¿Qué puedo hacer si no estoy de acuerdo con el finiquito?
Si no estás de acuerdo con el contenido, tienes varias opciones:
- No firmar de inmediato y pedir un tiempo razonable para revisarlo.
- Solicitar ajustes o correcciones si hay errores evidentes.
- Consultar con la Inspección del Trabajo o un profesional antes de firmar.
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